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Los Atlas de riesgos, son los instrumentos de ordenamiento territorial, de los municipios a lo largo del territorio nacional, regulan los asentamientos humanos, para que estos sean seguros, también son herramientas que permiten hacer una mejor planeación de desarrollo para prevención de desastres.
El país tiene una gran riqueza natural, estamos rodeados por múltiples fenómenos que impactan sobre la vida de los habitantes, los daños por los mismos han traído pérdidas significativas en la infraestructura de las localidades en el país y la integridad de la población, representando 0.70% del producto interno bruto (PIB), según datos de la página oficial de Atlas de riesgo de gobierno de México, del año 2020. Se ha establecido que las autoridades de Protección Civil de todos los niveles de Gobierno, son los encargados de velar por la población y por tanto responsables de tener, resguardar y actualizar esta poderosa herramienta.
Generalmente los fenómenos que se busca prevenir son los siguientes:
Geológicos. Sismos, erupciones, volcánicas, tsunamis, inestabilidad de laderas y hundimientos.
Hidrometeorológicos. Ciclones tropicales, lluvias extremas, inundaciones, tormenta de nieve y granizo.
Químico-tecnológicos. Incendios, explosiones, fugas tóxicas, radiaciones y derrames.
Sanitario-ecológicos. Epidemias, plagas y contaminación del aire, agua y suelo.
Socio-organizativos. Accidentes de tránsito. Suspensión de servicios vitales, concentraciones o movimientos masivos de población.
Actualmente la Secretaria de Gobernación ha creado la página http://www.atlasnacionalderiesgos.gob.mx/archivo/faq.html, que cuenta con una amplia base de datos con sistemas de información de riesgo, que cubren básicamente todo el país, hay indicadores como, calidad del aire, vulnerabilidad, inundaciones, variación de temperaturas, así como el monitoreo de fenómenos naturales.
En este año 2021, debido a las altas temperaturas desde el mes de enero hasta el mes de junio, se registraron cerca de 4,425 incendios forestales, donde el estado con más afectaciones fue Estado de México, con 1,174, seguido por Michoacán con 464 incendios. Los daños fueron cuantiosos, representando miles de hectáreas dañadas, incremento de la temperatura, partículas en la atmósfera, mala calidad de aire, erosión de suelo, pérdida de especies nativas en flora y fauna, por mencionar algunas.
Este es solo alguno de tantos riesgos que se pueden prevenir con su aplicación, así como crear planes de contingencia para actuar en caso de siniestros y por ello es importante no sólo que existan medidas claras en la actualización de los datos, sino que estas se ejecuten principalmente para la prevención de riesgos.
En SIIG Ingeniería y Consultoría somos especialistas en atlas de riesgos y estamos comprometidos con la planeación para las zonas urbanas, dado su constante crecimiento, razón por la cual se necesita una periódica actualización de estas herramientas de la toma de decisiones con aplicaciones reales para mejorar la funcionalidad, movilidad, infraestructura, minimizar los riesgos por fenómenos naturales o eventualidades con la salud pública entre muchas otras.
Autor: Ing. María Dolores Sinecio Pérez.
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