Ante los recientes acontecimientos en nuestro país, que han polarizado las opiniones de todos los que nos consideramos expertos e inexpertos en el tema aeroportuario, salta a la vista una gran interrogante: ¿Realmente se está seguro de cómo se debe tomar una decisión acertada respecto a continuar, detener o intercambiar cualquier obra de ingeniería?
La respuesta es muy simple y está encaminada a haber realizado un adecuado y exhaustivo análisis de RENTABILIDAD ECONÓMICA para un proyecto de inversión.
Pareciera superficial el anterior comentario, pero NO LO ES; cuando se tiene la necesidad de recurrir a una TOMA DE DECISIONES, se deben cumplir estrictamente análisis técnicos (constructivos, ecológicos y ambientales como los más importantes), económicos y financieros que es su conjunto permiten comparar las alternativas competidoras y que en los números y con una misma base de juicio, permitirán determinar el valor real de estas.
Para las comparativas técnicas de las opciones valoradas (Texcoco y Santa Lucía), es de vital importancia que ambas propuestas puedan demostrar que técnicamente son factibles y que no existen riesgos a la navegación o a interferir el espacio aéreo, por otra parte se debe demostrar que para ambos casos se deben destinar partidas presupuestales para las medidas de mitigación y remediación del ambiente, de resarcir el daño a los ecosistemas y las interacciones biológicas que son afectadas de manera directa e indirecta (directa por la operación, indirecta por los servicios relacionados con la atracción que significa una obra de esta magnitud), debidos a un proyecto de inversión.
Para las comparativas económicas, se deben determinar concienzudamente los BENEFICIOS directos (incremento de operaciones de pasajeros y carga, así como ahorros en tiempos de espera en hangares de aviones y traslado de pasajeros o interconexiones) y los BENEFICIOS INDIRECTOS (desarrollo de nuevas zonas productivas, ordenamiento territorial, disminución de tráfico, derrama de inversiones, mejora en la logística de eventos internacionales, etc.).
Ante una valoración económica (o socio-económica, cuando los beneficios o costos son asociados al bienestar colectivo de un país) de un proyecto de inversión existen diversos indicadores que dan los parámetros adecuados para valorar las alternativas y entre otros son: el Valor Actual Neto (o Valor Presente Neto), la Tasa Interna de Retorno (TIR), la Relación Beneficio-Costo y el Año de Recuperación de la Inversión, como los más importantes.
Pudiera ser que una inversión de tal naturaleza sea despreciada por los que no son usuarios de servicios aéreos, pero vale la pena recordar que las exigencias de intercambios internacionales, de traslado de pasajeros, turísticos y de negocios, llegan a nuestro país para un beneficio generalizado, por lo cual no debe ser un tema trivial el mejorar los servicios para quienes salen de nuestro país y aquellos que lo visitan, con los mismos fines, y tal vez una reflexión mayor es MEJORAR LOCALMENTE CADA COMUNIDAD DEL PAÍS, que permita desarrollar y aprovechar el flujo turístico y la derrama que ello implica y que son oportunidades indirectas o beneficios marginales que pueden ser desarrollados con la participación activa de las autoridades locales o de la propia comunidad.
Este tema polariza los ánimos de los ciudadanos, pero debe entenderse que la adecuada toma de decisiones hace que los beneficios relacionados con CUALQUIER PROYECTO DE INVERSIÓN PUEDAN LLEGAR A QUIENES MÁS LO NECESITAN, maximizando así los indicadores antes expuestos y favoreciendo el que poco a poco los índices de marginación y pobreza puedan eliminarse de nuestro país.
En SIIG INGENIERÍA Y CONSULTORÍA nuestra responsabilidad es asesorar a los tomadores de decisiones, con la finalidad de que, por medio de nuestra INGENIERÍA CONFIABLE, se puedan maximizar los beneficios de un proyecto de inversión y de la misma manera favorecer que existan cada vez MEJORES CONDICIONES PARA QUIENES MENOS TIENEN.
Imágenes: eluniversal.com.mx
Escrito por: Carlos Javier Villa Alvarado
Comments