.png){kind=logo}
El líquido más importante para la vida es el agua, es por esta razón que muchos asentamientos humanos en todo el mundo se consolidaron junto a lugares donde el agua era un recurso abundante o de fácil acceso. Los métodos para obtener y suministrar agua a las grandes ciudades han cambiado constantemente. Actualmente, los métodos más comunes de abastecimiento de los centros urbanos son el trasvase y perforación de pozos profundos, para la ciudad de Querétaro el Acueducto II suministra el 55% del agua de la ciudad, el resto es a través de pozos profundos. Ambos métodos, sin las medidas y restricciones necesarias para la extracción y trasvase, alteran el ciclo del agua e incluso dejan sin él a personas muy cercanas a las fuentes de suministro de este líquido vital.
Se calcula que, en promedio, los acuíferos de la ciudad de Querétaro se reducen 3.1 m cada año, además del hecho de que la demanda es mayor debido al aumento de la población, ya que se estima que alrededor de 24,000 personas llegan a vivir a la Ciudad de Querétaro por año. Estos dos factores, resultan en una escasez en ciertas áreas, siendo las áreas marginadas donde el problema del agua se hace más evidente.
La actual pandemia de COVID19 nos ha llevado a reflexionar (o deberíamos de hacerlo) sobre los hábitos del consumidor en general, así como la fragilidad del ser humano y nuestra dependencia de factores externos para satisfacer las necesidades básicas.
Los sistemas de recolección de lluvia no son nada nuevo, en la antigüedad en todo el mundo se ha registrado que muchas culturas recurrieron al uso de la lluvia y era parte de sus prácticas comunes. Un ejemplo es la “Cisterna Basílica” construida en la ciudad de Yerebatan Sarayi en Turquía en el año 532 DC. con una capacidad de 80,000 m3, que se utilizó para suministrar agua al Gran Palacio de Constantinopla y otros edificios cercanos.
La captación de lluvia fue perdiendo importancia con el tiempo, especialmente en las zonas urbanas debido a la “comodidad” que representa tener agua de pozs y los espacios disponibles para este uso. Cosa que ha cambiado en los últimos años, en la que las personas han sido conscientes de la importancia de aprovechar las aguas meteóricas (aguas que tienen su origen en la atmósfera) para abastecer parcial o totalmente su consumo de agua.
La ciudad de Querétaro tiene una precipitación promedio de 574 mm por año, lo que equivale a un volumen de 574 litros por año, sin embargo, no toda el agua es utilizable, un porcentaje se pierde por evaporación y este porcentaje depende del material donde cae el agua generalmente varía de 20% a 5% de pérdida. Esto también se aplica a grandes áreas de superficie, donde es apropiado llevar a cabo un estudio hidrológico, calcular el volumen de captación y, con base en esto, formular un plan de gestión de aguas pluviales y el uso que se le puede dar. La recolección y el uso del agua de lluvia aporta varios beneficios, ya que puede ser una buena parte de la solución al problema de las inundaciones, ya que, a medida que cambia el uso de la tierra, aumenta la escorrentía de tormenta y el volumen de agua.
Este tipo de acciones, puede significar un gran cambio en la forma en que nos relacionamos con el agua. El agua recolectada puede usarse para uso doméstico, como artículos sanitarios, limpieza doméstica e irrigación, entre otros usos comunes, y para el contacto / consumo humano, debe pasar por un proceso de purificación.
Es importante crear conciencia sobre el uso racional del agua en la población de cualquier ciudad, incluso en lugares donde todavía no hay problemas graves, como la escasez total de agua. La conciencia responsable con este recurso sería el primer paso para alcanzar un equilibrio en el uso de agua racionada. Además de llevar a cabo actividades de emergencia en lugares donde ya hay problemas graves, como el “Día Cero” en Ciudad del Cabo en 2019. Estos problemas deben ser atacados desde diferentes flancos. A nivel micro: uso de dispositivos de ahorro, evitando el desperdicio, sistemas de recolección de lluvia para casas unifamiliares, educación de la persona a cargo de los miembros de la familia; y a nivel macro: donde las autoridades deben tomar las decisiones pertinentes para reforestar, evitar desperdicios y contaminación en la industria, supervisar que el agua entregada esté en buenas condiciones, invertir en investigación para nuevos métodos de tratamiento de agua, opciones para la reutilización de aguas tratadas, entre muchas otras.
En SIIG Ingeniería y Consultoría, actuamos con decisión en la planificación y mejora de nuestro entorno con nuestra Ingeniería confiable, lo invitamos a participar activamente en el cuidado de este líquido vital.
Por: Sócrates Alfonso Rueda
Comments